Minutos antes de empezar el partido frente al Granada y ya con todos los jugadores sobre el césped, Cristiano Ronaldo ofreció su segundo Balón de Oro al Santiago Bernabéu. El portugués cogió el Balón en sus manos y lo levantó ofreciéndolo a la afición, que dio una gran ovación además de un espectacular mosaico dorado que cubría todas las gradas del estadio y en el que se podía ver en letras azules las siglas CR7.