Pellegrini aprovechó el encuentro para hacer pruebas y dar minutos al máximo número de jugadores posibles, dando entrada tras el intermedio a diez jugadores que comenzaron en el banquillo. El técnico chileno dispuso sobre el césped un 4-3-3 de inicio, con Raúl, Higuaín y Cristiano Ronaldo como tridente atacante y con Guti, Gago y Lass en el centro del campo.
Poco hubo que esperar para ver la primera galopada de Cristiano, que a los 20 segundos regateó a tres contrarios y cayó al borde del área rival. La ocasión se fue al limbo, pero la persistencia del portugués quedó patente una y otra vez en el ataque madridista, con taconazos y regates, demostrando que el jugador más caro del mundo está buena forma.
Desde el pitido inicial el Madrid se hizo con el dominio del balón y del partido. Esa fue la tónica persistente durante los noventa minutos de partido, en los que el conjunto merengue maniató a su rival y lo incrustó en su área, convirtiendo el choque en un monólogo de color blanco. Antes del cuarto de hora ya lo habían intentado sin acierto Marcelo e Higuaín. Cristiano lo intentó poco después con un lanzamiento de falta que estuvo cerca de significar el primero.
Tras el carrusel de cambios del descanso el Shamrock se creció y la dirección del partido dejó de ser de un sólo sentido. Robinson ya había avisado en el primer tiempo, pero serían Bradley y Baker quienes gozaran de las ocasiones más claras para batir a Dudek.
En la primera que tuvo, Benzema estrelló el balón violentamente contra el poste de la meta defendida por Murphy. En la segunda, avisó tras una jugada personal que el gol estaba cerca. Y a la tercera aprovechó un gran pase largo de Heinze para comerse a la defensa rival, sentar al meta y estrenarse con la camiseta del Real Madrid en un partido que no pasará precisamente a la historia por su fútbol.
Resumen del partido :