El Madrid mostró dos caras muy diferentes en el empate ante el Milan en San Siro. El equipo de Pellegrini sacó su mejor versión en lo que se lleva disputado de temporada en la primera mitad del encuentro.
Los fantasmas del pasado blanco desaparecieron gracias a un fútbol dinámico y de toque rápido que hizo mucho daño al equipo milanista. La presión que ejercieron los jugadores blancos no daban opciones de juego a un Milan que se vio superado por un Madrid que esta vez si demostró ser superior, al menos durante 45 minutos.
Al minuto 29, los merengues se fueron adelante con un contrarremate del francés Karim Benzema, quien luego de un rechace de Dida, tras un disparo de Kaká parecía encaminar a los madridistas a la victoria. En una acción aislada, Pepe se lanzó y desvió con el brazo un centro. Penalti. Ronaldinho no dudo y colocó su disparo al ángulo al minuto 34 para dejar las cifras definitivas en el empate a un gol.
La segunda mitad en San Siro evidenció dos cosas, la primera que a este Madrid le falta todavía mucho camino para ser un equipo sólido, la segunda que el físico de los jugadores no pasa por su mejor momento y aún no se ha llegado al meridiano de la temporada.
Cambió Pellegrini su dupla de ataque formada por Benzema e Higuaín por el dúo clásico que forman Raúl y Van Nistelrooy, los dos máximos goleadores de la competición. El Milan optó por lo mismo y recurrió a Inzaghi, otro de esos delanteros que llevan toda la vida marcando goles. El "Pippo" lo tuvo en sus botas en el 84´ tras un fallo de Pepe, pero esta vez su remate poco ortodoxo no terminó en las redes. La última del Madrid fue para Raúl, que provocó la mejor parada de Dida en el 89´. A falta de dos partidos, el Madrid es segundo empatado a puntos con el Milan y con un solo de ventaja con el Olympique de Marsella, rival de los blancos en la última jornada. Tiene el trabajo terminado a medias, pero sigue necesitando mejorar para subir su nota si algún día quiere ganar en un estadio importante de Europa.
