El Santiago Bernabéu será el escenario del clásico del fútbol español más decisivo, el que dejará prácticamente sentenciado el título liguero en caso de victoria de Real Madrid o Barcelona, que miden su eterna rivalidad con sed de venganza blanca e ilusión por seguir escribiendo historia con títulos los azulgrana.
Los blancos presentan armas peligrosas. La principal es la dupla de ataque: CR9 e Higuaín, 18 y 24 goles respectivamente. Además, Pellegrini recupera a Xabi Alonso y cuenta con el renacimiento de Gago, cuyas prestaciones permiten una mejor circulación de la pelota en el centro del campo.
Se agarra el madridismo como punto a su favor al "factor Bernabéu". Quince partidos jugados en el coliseo blanco en Liga y quince victorias. Un feudo inexpugnable para cualquier rival, que solo la magia del Barcelona puede hacer derribar.
El Barcelona viaja a Madrid sin dos de sus puntales, como son el sueco Zlatan Ibrahimovic, que no ha llegado a tiempo para recuperarse de una rotura de medio centímetro en el sóleo de la pierna derecha, y el francés Eric Abidal, toda una garantía en el lateral izquierdo, que recayó el miércoles.
Messi que llega envuelto en todo tipo de elogios tras sus últimas actuaciones, especialmente la del pasado martes con la que destrozó al Arsenal.
Cuando la noche de mañana el estadio de la Castellana se convierta en el centro del mundo deportivo y el balón eche a rodar, todo lo anterior no servirá de nada.
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