El Real Madrid nunca quiso el balón. José Mourinho lo tuvo claro desde el inicio. Fue a por el 0-0. Sin complejos. El FC Barcelona batió un nuevo récord de posesión de la pelota. El Madrid, tranquilo, esperó su oportunidad. Su receta: una contra o sus famosas acciones a balón parado que tanto respeto infunden a los futbolistas de Pep Guardiola.
Sin embargo, el Barça, a pesar del dominio, llegó poco al portal de Iker. Un eslalon de Villa a los diez minutos, una buena acción de Xavi a los 25. Y poco más, en la faceta ofensiva.
En el segundo tramo, Mourinho dio su primera vuelta de tuerca. Mandó a la ducha a Ozil. Entró Adebayor. Mejoró el Real Madrid. Adebayor le puso pasión al juego. Ozil anduvo muy frío. Apretó, presionó e intimidó Adebayor a Víctor Valdés. El Clásico derivó en un escándalo permanente ya al decidir el colegiado expulsar a Pepe. Fue por una entrada a Dani Alves. Excesivo castigo a Pepe, polémica determinación que podría haber sido resuelta seguramente con una cartulina amarilla. A partir de ese momento, un nuevo envite. Era el minuto 61.
El Real Madrid, con diez, no pudo aguantar y se fue del partido. Pep Guardiola refrescó la banda derecha. Y Afellay, por fin para el FC Barcelona, se asomó a un día decisivo. Se fue de Marcelo y puso un balón de oro a Messi, que no desaprovechó. Ahí acabó el partido. Leo Messi, en la recta final, dejó su tarjeta de visita con un soberbio gol en acción individual.
Resumen del partido:
Cristiano Ronaldo vs Barcelona: