CR7 celebró el bautizo y el primer cumpleaños de su hijo en una ceremonia que reunió a 200 invitados entre férreas medidas de seguridad.
Entre las invitadas que más expectación causan se encuentran la novia de CR7, la despampanante modelo rusa Irina Shayk, y su hermana Tatiana. Con ellas ha pasado el futbolista los últimos días en un hotel de lujo de Troia, al sur de Setúbal, donde ha aprovechado para dar un paseo en barco y enseñarles los delfines en el estuario del río Sado.
Según la prensa lusa, entre los asistentes que quisieron acompañar a Cristiano Ronaldo en este día tan especial se encontraban los cantantes Tony Carreira y Luciana Abreu, que acudió junto a su marido, Yannik Djaló, Paulo Sousa e Costa y Carla Matadinho, y el futbolista Nani, que se convirtió en su amigo íntimo cuando jugaba en el Manchester United. Uno de los invitados más esperados era Ricky Martin, aunque debido a problemas de agenda finalmente no pudo acudir al bautizo.
