El equipo Devil sufrió mucho más de lo esperado ante un equipo que aparentaba ser demasiado débil. Si bien se adelantó en los primeros minutos, se descuidó en una jugada y tuvo que realizar demasiado esfuerzo por recuperar la diferencia.
La primera estrella de la noche fue Wayne Rooney, quien regresaba a la titularidad, tras recuperarse de la lesión en el muslo de la pierna derecha. El delantero británico apenas necesitó unos minutos para aclimatarse, porque antes de que se cumpliera la primera mitad de hora ya había anotado el gol inicial, mediante un buen disparo dentro del área grande.
Sin embargo, cuando se llegaba al minuto 32, el paraguayo Roque Santa Cruz fue el encargado de anular cualquier intento de récord de imbatibilidad. El delantero recibió un pase en la entrada al área y luego de regatear a Rio Ferdinand y a un inquieto portero Tomasz Kuszczak, definió ante la portería vacia. Las quejas de la plantilla del United eran notorias y la inseguridad del guardameta quedó en evidencia.
Así y todo, el United se pudo recuperaren la segunda parte gracias a una genialidad técnica del ganador del último Balón de Oro. Cristiano Ronaldo dispuso de un tiro de falta desde la izquierda. Entonces, cuando todos los presentes imaginaban que enviaría el centro al área, lanzó un violento disparo al palo más lejano y desató la euforia del todo el Old Trafford.
Los 30 minutos siguientes, hasta el final del juego vieron como Ferguson rotaba a la plantilla, para cuidarla, mientras que los presentes en el terreno de juego apenas arriesgaban. La cercanía del duelo ante el Inter ya estaba presente, incluso antes de que finalizara el duelo ante el Blackburn.
Resumen del partido:
