Pese a lo complicado que podía resultar sobre el papel la visita de un Pompey en zona europea y reforzado con Diarra o Baros, el luso es, hoy por hoy, imparable. El partido que volvía a ver a Scholes de corto tras meses de lesión, pasará como el de uno de los mayores aciertos de Ferguson, que colocó al portugués casi como acompañante de Rooney y lo rentabilizó.
En sólo trece minutos, Cristiano ya había anotado dos goles. Primero tras una pared hacia atrás con su compatriota Nani (acción preciosa) que supo definir ante la salida de James y, poco después, con un potente disparo de falta, de los que ya empieza a acostumbrar, que se coló por la escuadra haciendo pedazos cualquier opción del Portsmouth. En un cuarto de hora, todo resuelto.
Los de Redknapp buscaban la contra (el United ataca aunque gane por dos goles) de Baros o alguna acción a balón parado pero el absolutismo local era inmenso. Con llegadas claras y con mucha regularidad, Brown tuvo el tercero en un remate tras saque de esquina que se marchó por alto y el propio Ronaldo casi repite gol de falta.
Con más ocasiones en la segunda mitad pero con el Portsmouth consciente de la que le podía caer, los de Ferguson no quisieron hurgar en la ‘herida’ y sacaron tres puntos que le siguen valiendo el liderato. Al fin de al cabo, con más facilidad de la prevista, ya tocaba pensar en el sábado.
Resumen del partido:
