Pese a que esta semana regresa la Champions, Ferguson no dejó nada en el banco y sacó a todo su arsenal, es decir, hasta cuatro hombres plenamente atacantes. No hay que olvidar que el Aston Villa de Martin O´Neill está en una campaña extraordinaria, que lucha por zona europea y que, además, había logrado puntuar en Anfield, Emirates y Bridge, casi nada.
Pero Old Trafford pronto vio por garra, fuerza y ambición de sus hombres, que no iba a suceder lo mismo con ellos. Las arrancadas de Tévez y Rooney pronto avisaron pero tuvo que ser el de siempre, un fantástico Cristiano Ronaldo, quien abriera el camino a la luz de la victoria. Lo hizo además, a lo grande pues remató un balón dividido con una rabona lejana, difícilmente ejecutable y, sobre todo, necesitada de potencia. Con su celebración, el luso reflejaba que había logrado todo un golazo. Lo verán por tele, seguro.
Cristiano Ronaldo marcando gol con la espuela
A partir de allí todo terminó para los ‘villanos’, porque el portugués se puso a repartir y con un físico envidiable, cada acción dividida y balón disputado, acababa en dominio local. Así, llegó el segundo a pies, de nuevo, de Cristiano. Una jugada colectiva con hasta dos cambios de banda en pases cortos y precisos, terminó en centro del luso y cabezazo de Tévez. Qué lujo…
Sin embargo, a la cita le faltaba Rooney. Una vez tras otra el inglés erraba ante Carson, que se hubiera llevado un auténtico recital de haber sido distinto. El icono devil reaccionó en la reanudación, donde se sacó la ‘espina’ con dos goles, uno en jugada personal y otro, para variar, nacido de un pase de espuela (verlo para creerlo) de Cristiano. Ahora toca pensar en la Roma.
