Separados sólo por tres puntos y citados en un Stamford Bridge abarrotado que deseaba da ‘caza’ al líder, Blues y Devils decidían el título cara a cara pues a falta de sólo tres jornadas, se antoja imposible cualquier reacción. Bajo el sol de Londres, ambos equipos disputaron un encuentro de alta calidad, lleno de alternativas y que mostró el nivel de ambos contendientes, que podrían volver a enfrentarse en la final de la Liga de Campeones si consiguen superar sus respectivas semifinales.
La muerte de la madre del mediapunta londinense dejaba a los Blues sin Lampard pero, sin embargo, lo más destacado en el aspecto de las ausencias estaba, desde luego en el United. Ferguson dejó en el banquillo a Cristiano Ronaldo y Tévez pero, además, ni tan siquiera convocó a Scholes, Evra o Park. Si a ello le añadimos que en apenas dos minutos de partido el serbio Vidic se tuvo que retirar tras romperse varios dientes en un rodillazo de Drogba, la alineación del líder era más que extraña con Hargreaves de lateral o la titularidad de silvestre o Fletcher.
Chelsea finalizó la primera mitad adelante en el marcador con un tanto al borde del descanso, en el 45+1, cuando Ballack notó con un cabezazo. Las dudas de un United contraído, estático y a la expectativa en un momento delicado, iba a tener una solución inesperada. El Chelsea no fue capaz de meter un ritmo más alto y en una falta en mitad de campo, Carvalho cedió a tras sin mirar tras notar la presencia cercana de un rival. Aquello pelota fue a parar a pies de Rooney que arrancó con potencia buscando el contacto con Terry (por aquello de la expulsión) y tras ganarle en carrera, disparó cruzado para batir a Cech y poner el empate.
En la recta final, el colegiado decretó un penal por mano de Michael Carrick y de nuevo Ballack puso por delante a los suyos, sellando los tres puntos para su equipo, antes de un final muy emocionante, en el que Cristiano Ronaldo estuvo a punto de lograr el empate en el descuento final.
Resumen del partido:
