Irina Shayk, la exnovia de Cristiano Ronaldo, lanzó unas declaraciones que dan que pensar que la relación que mantenía con el portugués no era idílica: Pienso que una mujer se siente fea cuando tiene al hombre equivocado a su lado. Yo me sentí fea e insegura. Estas palabras sorprenden, sobre todo teniendo en cuenta que mientras duró la relación entre ambos ella fue callada y discreta. Pero ahora Irina ha cambiado su actitud al respecto y no pierde oportunidad para hablar de Cristiano y rentabilizar profesionalmente su separación.
Por su parte, el representante de Irina recalcó que ella ya era una profesional cotizada cuando se convirtió en pareja del futbolista: Es una de las grandes, lo es desde antes de que conoció a Cristiano. En este tiempo hemos trabajado para separar su carrera profesional de su relación personal. No quiere que se la conozca por ser la novia de Cristiano, sino por su trabajo. A la vista de las recientes declaraciones de Irina, es evidente que la táctica ha cambiado.
En cualquier caso, la relación entre CR7 e Irina estaba lejos de ser perfecta: lo que había entre ellos era un pacto de silencio. La pareja se veía muy poco. Las ausencias se justificaban con que ambos tenían mucho trabajo. Hasta los últimos meses de su relación no vivieron juntos en la casa que el futbolista posee en la lujosa urbanización madrileña de La Finca. Cuando la modelo rusa venía a España se hospedaba en un hotel de la Castellana.
