Cristiano es un ejemplo de profesional y no descuida su estado físico en las vacaciones. Eso por lo menos es lo que se puede deducir de las pruebas realizadas por los médicos del club a los jugadores. Según la medición de sus pliegues de la piel, los doctores blancos han comprobado que el portugués sólo acumula en su cuerpo un índice de grasa del siete por ciento. Se podría decir que es pura fibra.
Dicho porcentaje sitúa a Cristiano al nivel de los grandes atletas del mediofondo y dentro de unos parámetros considerados excelentes. Hay varios sistemas para la medición de la grasa corporal, pero la que más se está utilizando en los clubes de fútbol es la de los pliegues.
Con este método los valores medios entre los futbolistas oscilan entre un 10 y un 11 por ciento. Aquellos jugadores cuyos niveles de grasa se sitúen entre el 8 y el 10 por ciento ya se considera que están en unos parámetros buenos. Mientras que todos los que alcancen unos niveles de grasa entre el 6 y el 8 por ciento, tal como le ocurre a Cristiano, se entiende que están en un excelente estado de forma.
El internacional portugués siempre se encuentra cerca de su nivel actual y no nota diferencias entre el periodo de competición y las vacaciones. Esto es debido a que posee una genética ideal para el deporte y a que durante el parón continúa practicando ejercicio, sobre todo la natación.
